La vida social es compatible con la baja por “depresión”, pero no con irse de cañas estando contraindicado.
El trabajador en cuestión fue pillado por un detective privado, acompañado de familiares o amigos, tomando cantidades significativas de alcohol.
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (sentencia de 22 de junio de 2022) determinó que el despido era procedente, porque la actitud del trabajador perjudicaba su proceso de curación. En concreto, la ingesta de alcohol estaba contraindicada con la medicación.
Como anécdota, decir que el detective llegó a cazarlo con síntomas de estar afectado por el alcohol, llegando a subirse a caballito de otra persona.
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